Los Ángeles prohíbe nuevos pozos de petróleo y cerrará antiguos para 2042

 

 

 

El Consejo de la ciudad de Los Ángeles aprobó una ordenanza para prohibir la perforación de nuevos pozos de petróleo y gas, y anunció que eliminará gradualmente las operaciones actuales para 2042. La medida forma parte de un esfuerzo mayor dentro del estado de California que consiste en eliminar el uso de combustibles fósiles, como respuesta al cambio climático y problemas de salud en la población. 

 

Si bien California impulsa  políticas ambientales, en realidad tiene una larga historia de producción de petróleo en el sur del estado. Incluso, llegó a representar el 38% de todo el suministro nacional de petróleo de EE. UU., en gran parte debido a la producción de campos en Los Ángeles.

 

Más allá del clima global y los efectos de la contaminación del aire por la quema de petróleo, la extracción de petróleo tiene efectos locales negativos en la salud humana cómo cáncer, daño hepático, inmunodeficiencia, problemas neurológicos, problemas respiratorios, entre otros.

 

Los campos petroleros en Los Ángeles a menudo están situados directamente en áreas densamente pobladas de la ciudad, con los consiguientes efectos en la salud de las poblaciones más cercanas a ellos.

 

Los pozos de petróleo del condado de Los Ángeles constituyen  el sistema más grande de producción de petróleo urbano en el país debido a su proximidad a viviendas densas. Actualmente, hay 26 campos de petróleo y gas y 5000 pozos en la ciudad, no todos activos, y dos sitios de perforación en propiedades municipales.

 

El impulso para prohibir estos pozos fue liderado en gran medida por grupos políticos locales como Stand Together Against Neighborhood Drilling, East Yard Communities for Environmental Justice y Communities for a Better Environment. Estos grupos han  trabajado durante décadas para detener la extracción de petróleo en la ciudad.

 

El nuevo movimiento de la ciudad de Los Ángeles no solo prohíbe nuevos pozos de petróleo, sino que también ordena a todas las compañías petroleras que operan en la ciudad que cierren en un máximo de 20 años. Más allá de eso, la ciudad llevará a cabo sus propios estudios para determinar si las empresas individuales que operan en la ciudad pueden recuperar sus inversiones en menos de 20 años. Si cuentan con esa capacidad, podrían verse obligados a cerrar incluso antes de ese plazo. 

 

Con información de: CoStar

 

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