Camino al liderazgo ambiental 

 

Representantes del sector privado se reunieron en la Bolsa Mexicana de Valores para discutir oportunidades de inversión y acceso a nuevos mercados para negocios verdes

 

La inversión con criterio ambiental, social y de gobernanza ya mueve más de 20 billones de dólares en el mundo, el mercado de bonos verdes alcanzó 80 billones en transacciones globales en 2016 y con perspectiva de llegar a 130 billones de dólares en 2017. Frente a esta tendencia, ¿Cuáles son las oportunidades para México y como las empresas deben adaptar sus modelos de negocio para capitalizar estos beneficios? Este fue el enfoque de las conversaciones en el taller “El reporte corporativo como herramienta para promover el liderazgo ambiental”, organizado por CDP, Valora Consultores y MÉXICO2 y llevado a cabo 23 de mayo, con apoyo de UL EHS Sustainability, Grupo Financiero Banorte y PRI – Principles for Responsible Investment.

El reporte de información ambiental a través de plataformas como CDP además de atender la demanda creciente de las partes interesadas de una transparencia en cuanto a impactos y riesgos ambientales, permite a las empresas construir una estrategia ante macro tendencias como el agotamiento de los recursos naturales, el crecimiento poblacional y el cambio climático.

Otro ejemplo de cómo la divulgación ambiental se está volviendo en una nueva norma para hacer negocios es la iniciativa del Financial Stability Board Task-force on climate-financial related Disclosure (TCFD). Este grupo de trabajo de divulgación de información financiera relacionada con el cambio climático reconoce la importancia de la incorporación de los riesgos climáticos en la gestión de portafolios y lanzará recomendaciones para uso de las compañías en su divulgación  de información relacionada al cambio climático en los informes financieros. 

Las empresas que ya iniciaron esta jornada hacia el liderazgo ambiental han alcanzado beneficios como ahorros en su gasto operativo y mayor eficiencia operacional. Grupo Financiero Banorte alcanzó un ahorro financiero de 150 millones de pesos en los últimos diez años con medidas de reducción de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero. El banco también presentó un plan de reducción basado en la ciencia a fin de contribuir con el esfuerzo global de limitar el aumento de la temperatura por debajo de los 2°C en comparación con las temperaturas preindustriales. 

 

Carbono, una nueva moneda

El conocimiento de que temas como el cambio climático pueden impactan la estabilidad financiera cada vez es mayor, siendo así analistas financieros, así como

tomadores de decisión en las empresas ya no pueden ignorar riesgos de naturaleza ambiental. Poner precio al carbono es una forma de valorar esos riesgos y acelerar la transición hacia economías más sostenibles. La iniciativa MÉXICO2 lanzará en próximo mes una simulación de mercado de carbono con el objetivo de emular un sistema de comercio de emisiones, en que se distribuirán permisiones y las empresas podrán realizar transacciones y así tener un incentivo económico para reducir sus emisiones.

En la actualidad, más de 40 países y 20 ciudades, estados y regiones del mundo ya cuentan con un mecanismo de fijación de precios del carbono, que cubre alrededor del 13% de las emisiones mundiales de GEI, bien mediante sistemas de impuestos o bien de comercio de emisiones.

Conscientes de este escenario, varias compañías están trabajando con un precio interno de carbono, es decir, están incorporando voluntariamente los costos de sus emisiones para anticiparse a la regulación y prepararse para una economía baja en carbono. Según CDP, entre 2014 y 2016, el número de empresas que reportaron haber adoptado un precio interno de carbono creció de 150 a 1200. En México, hubo un incremento de 100% en el número de empresas que utilizan o pretenden utilizar un precio interno de carbono, pasando de 13 en 2015 a 26 en 2016.

 

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