Se recupera el mercado del carbono de la Unión Europea 


 

Ciudad de México, 3 de febrero de 2021.- Hace 16 años, la Unión Europea (UE) introdujo el mercado de carbono basado en las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) mediante derechos de emisión, los cuales tienen la finalidad de establecer un máximo determinado de emisión para cada entidad regulada. Si éstas emiten mayor cantidad a las establecidas, deberán comprar derechos de emisión a otras empresas. Si emiten en menor cantidad, pueden vender los permisos excedentes y tener un ingreso extra.

 

El Sistema de Comercio de Emisiones (SCE) europeo, fue inspirado en el impuesto de Estados Unidos (EE.UU.), cuando se fijaron límites de emisión de dióxido de carbono (CO₂), con el fin de controlar la lluvia ácida. Este umbral se implementó en más de 11,000 instalaciones en sectores como el de la energía, el papel y el cemento (y más tarde, la aviación). Sin embargo, en la UE los derechos de emisión se determinaron en tiempos de prosperidad, y no había ningún plan para reducir la oferta en caso de una fuerte caída de las emisiones.

 

En 2008, cuando la economía mundial entró en crisis, las emisiones de todos los sectores se desplomaron y los precios de los derechos de emisión disminuyeron. Así, en 2013, el precio de una tonelada de carbono se desplomó de €31 a solo €2.50.

 

Después de tres reformas, las cuales tuvieron la finalidad de reducir la cantidad de derechos de emisión disponibles, el SCE de Europa se recuperó. El 12 de enero, el precio por tonelada de CO₂ fue de €35.42 –precio máximo histórico– y se prevé que este año lleguen a €40.

 

La reactivación del SCE europeo responde a los límites implementados de la cantidad de derechos de emisión, así como a las expectativas de que vuelvan a reducirlos. De 2013 a 2020 el volumen de permisos emitidos se redujeron a una tasa del 1.74% anual, y a partir de 2021 disminuirán a 2.2%. Asimismo, en diciembre de 2020, los dirigentes de la UE aprobaron el objetivo climático, para 2030, de reducir las emisiones de GEI en al menos un 55% respecto a los niveles de 1990, esto con la finalidad de alcanzar la neutralidad en carbono para 2050.

 

Este año, la Comisión Europea, deberá sugerir medidas más estrictas para lograr sus objetivos climáticos. Las propuestas incluyen una reducción más rápida de la cantidad de derechos de emisión y una ampliación de los sectores que abarca el SCE, donde se incluirá el sector de la construcción, y el transporte marítimo y por carretera.

 

El mercado del carbono de la UE ya ha impulsado una importante reducción de las emisiones en el sector eléctrico, donde las emisiones de CO₂ se redujeron 15% en 2019, esto debido a que la electricidad procedente de tecnologías que aprovechan fuentes de  energía renovable fue mayor a la procedente por combustibles fósiles. 

 

Acelerar el cambio requeriría una adopción masiva de energía limpia con menores precios. Al reducir el número de derechos de emisión, las empresas tendrán que elegir entre invertir tecnologías más limpias –el verdadero objetivo del programa– o comprar más derechos de emisión, lo que seguirá la tendencia de alza de precios. 


Con información de: Bloomberg

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